Quizás se trate de unja premonición pero en estos dos últimos clásicos de supercopa, quien gana la liga, gana la supercopa y en esta última ocasión han sido dos partidos muy igualados, tanto a la ida como en la vuelta.
La ida fue un gran partido: una posesión de 50/50 y mas o menos las mismas ocasiones por ambos lados. El Barça tuvo la oportunidad de alejarse en el marcador por un 4 - 1, pero la intervención a tiempo de Casillas imposibilitó a Messi marcar su segundo tanto. Finalmente, un fallo de Valdés correctamente aprovechado por Di María, lo situó en 3 - 2 y esto supuso en gran medida que el resultado final haya sido el que ha sido.
La vuelta, en el Bernabeu, esuvo mas a favor del Real Madrid, que en los 20 primeros minutos ya había marcado 2 goles, quedándose el Barça, con uno menos. Como acostumbra a hacer en estas ocasiones, en el 45 Leo tiró una falta bordeando la barrera, transformando la jugada en algo más que en un gol, en un golazo. A partir de ahí, el Madrid se hinchó a tirar y sin embargo en el Barça, a Montoya que había entrado por Alexis para suplir la expulsión de Adriano, le costaba entrar en el partido.
En esta ocasión, el mejor del partido, fue Valdés que le salvó el pellejo al Barcelona en repetidas ocasiones y reivindicandose por su actuación en el partido de ida.
No significa un cambio de ciclo pero el Barça y el Madrid van igualando sus fuerzas.
